María Cecilia del Socorro Sierra Diosa de Fonseca fue una Madre maravillosa, que vino al mundo el 2 de Agosto de 1944 en el Departamento de Antioquia (Colombia) y fue llamada por Dios el 29 de Abril de 2023, para que acompañara en el Cielo a sus ángeles y arcángeles. La existencia de esta gran Mujer fue un canto a la vida…, al amor a la Familia y especialmente a sus cuatro amados hijos. Dueña de una personalidad arrolladora, como es típico en la mujer paisa, se distinguió desde niña por su recio carácter, su fortaleza espiritual y su dedicación en cuerpo y alma a velar por sus padres, sus hermanas y hermanos, así como al hombre que el Señor le dio por esposo, Alfredo Fonseca Navarrete.
Al conmemorarse el primer año de su partida, su hijo Armando –con quien Socorro aparece en esta fotografía–, pronunció en la “Parroquia Jesucristo Redentor”, de Bogotá, uno de los más bellos homenajes líricos que un hijo ha rendido a su amada Madre. Por tratarse de una obra literaria que constituye un documento de profundo valor familiar, lo destacamos en esta Página Web con el deseo de que quede aquí para siempre, enriqueciéndolo con textos y fotografías que puedan ser vistas con los ojos del alma por los integrantes de las Familias Fonseca, Sierra, Navarrete, Diosa, Garay, Ávila, Martins, etc., a quienes Cecilia visitó en Estados Unidos, España, Colombia, Chile y otros países. (Fotografía de Armando Fonseca Sierra).
¡¡¡ Madre… Un año sin ti !!!
¡¡¡ Un año sin tí parece una eternidad !!!.
¡¡¡ Un día sin tí… es un Siglo !!!
Cada palabra tuya, en mensaje o en voz, reconfortaba. Daba la tranquilidad de que todo iba a estar bien… Que mientras tú estuvieras a mi lado, nada malo pasaría.
Cada oración que hacías a Dios y a la Virgen María para que nos cuidara, siempre, gracias a Dios, daba sus frutos.
Ha sido un año difícil.
Aunque he intentado ocupar la cabeza en mis vainas, para que tu ausencia no sea tan dolorosa, gracias a la Familia y a los amigos ha sido un año un poco más llevadero.
Amanecer un día y no sentirte en cuerpo presente, te golpea contra la realidad de la Vida y la Muerte.
En este año cada minuto quería contarte lo que me pasaba, bueno… o no tan bueno. Quería decir que cada logro mío en la vida era tuyo y que con tu voz hermosa me dijeras: “Siempre he estado orgullosa de ti, hijo mío”.
Cada día le pido a Dios que tú estés bien en el Cielo…, con mi papá…, mis abuelos…, mis familiares y amigos que se adelantaron.
Que ya eres feliz porque no tienes ninguna limitación… ya no tienes dolor alguno. Que desde arriba nos acompañas, nos guías y sigues orando por nosotros.
Quisiera devolver el tiempo y darte cada abrazo que me faltó en los días que no nos vimos. Darte cada beso en la frente y en el pelo, para transmitirte todo lo que te amo. Poder abrazarte y decirte que todo va a estar bien. Que Lincoln y Vincent fueran a pedirte premios, o que se hicieran al lado tuyo solo para acompañarte.
Agradezco a Dios y a la Virgen, que me dieron la oportunidad de ser tu hijo. De siempre hacerte sentir orgullosa, aunque muchas lágrimas salieron de tus ojos, porque sé que me amabas y querías siempre lo mejor para mí.
Agradezco por poder hacerte feliz también cada vez que podía, por jugar cartas contigo, por viajar, por irnos de shopping para desestresarnos, por rezar contigo el Rosario…, ¡ aunque nos quedáramos dormidos !.
Por ir cada Domingo a misa y orar por toda la familia.
Por enseñarme a amar sin condiciones.
Por aceptarme tal y como soy y no intentar cambiarlo. Por defenderlo cuando tuvieras que hacerlo.
Por irnos a comer rico y tomarnos más de una jarra de sangría juntos y reír.
Porque siempre estuviste ahí para mí y yo traté, por todos los medios, de estar siempre ahí para ti.
Me encanta cuando hablan las personas que te conocieron, sobre todo lo bonito de ti, sin desconocer el temperamento que tuviste para salir adelante, para ayudar a mis abuelos, a mis tíos, a mis hermanos… Y obvio, a mí.
Las arduas horas que dedicabas a la casa, y a trabajar, a consentirnos de mil maneras y a demostrarnos en cada segundo cuánto nos amabas… cómo nos escuchabas y, obviamente, opinabas.
No era sino poner tu punto de vista, que estuviéramos de acuerdo…, o no, quedaba claro que eso era lo que pensabas y eso nos enseñó a respetar las ideas y las opiniones de los demás.
Nos enseñaste a que la Familia lo es todo.
Nos enseñaste a que los cuatro hijos debían estar unidos y que nuestro hermano Kevin era parte de nuestras vidas.
Reías a carcajadas cuando algo te alegraba.
Nos acariciabas con amor cada noche, siempre que estábamos contigo.
Llorabas cuando algo te dolía y te mostrabas fuerte frente el mundo… Y solo Diosito sabía todo el peso que tenías encima.
Nos enseñaste a ser orgullosos de lo que hacíamos.
Nos enseñaste a valorar desde las cosas pequeñas.
Nos enseñaste que la vida va y viene… y debemos seguir adelante.
Tus palabras de: “Mi amor… sigue adelante en tu vida y no te detengas por mí”, resuenan en mi cabeza cada día.
Hasta el último segundo nos decías que nos amabas con toda el alma y te fuiste a encontrar con mi abuelita a las tres de la mañana, en la hora del Señor de la Misericordia, como siempre lo rezabas.
Gracias a todos los que están presentes física o virtualmente. Sé que amaron y aman a mi mamá, porque de alguna forma les tocó la vida.
Este es el primer año sin ti, de muchos que vendrán, hasta que Dios decida cuándo es el momento en el que podamos volver a abrazarnos y no separarnos nunca más.
Mi Socorrito… Mi mami hermosa… Nunca dejarás de vivir porque estás en mi pensamiento y corazón cada vez que respiro.
Sé que te amaré toda la Eternidad y nos volveremos a ver.
UNA MADRE PROTEGIDA POR DIOS
Por René Fonseca Sierra
La dama hermosa que aparece en la foto con Armandito, era mi Mami, “Mi Negrita Linda” como la llamaba yo. “Socorrito”, para la mayoría de mis hermanos y la familia.
Como era la mayor de 10 hermanos, paisa, nacida en Medellín, Antioquia, salió del colegio cuando cursaba 2º. de Bachillerato. Trabajó para ayudarse y para ayudar a sus hermanos. Fue muy consentida por mis abuelitos.
Desde su adolescencia fue una mujer muy bella…, muy fuerte…, dotada de mucho coraje y valentía.
Aportó a la casa de sus padres, no solo en la parte económica, sino también su esfuerzo para acudir en representación de la Familia, para realizar trabajos de construcción que se requerían para poder sacar adelante su vivienda.
Conoció a mi papá muy joven. Fueron presentados por mi tía y madrina, Gilma Beatriz Fonseca Navarrete, con quien trabajaban en el Almacén TIA, creo que en la calle 17, en Bogotá (Colombia). Mi Mami era la encargada de la venta de discos, lo cual hacía muy bien.
Por cosas de la vida cuando mi papá quiso acercarse para escuchar un disco, como excusa para acercarse a ella, mi Mami decidió no dejarlo que lo escuchara y eso precipitó un deseo de conquistarla por parte de mi papá, quien conquistaba a las mujeres con “facilidad” por su buen porte y sus rasgos físicos.
Un año después se casaron por la iglesia católica y comenzaron una Familia que estaría conformada por cuatro hijos: René, Fabián, Alfredo y Armando.
A los cinco años de matrimonio comenzó a laborar con la Empresa de Energía Eléctrica de Bogotá. Allí trabajó hasta sus cincuenta años.
Siempre se caracterizó por su carácter fuerte, el amor a la Familia y a nosotros sus hijos, por quienes madrugaba muy temprano para cocinar, prepararnos para el colegio, ir al trabajo y volver para compartir con nosotros.
Fue famosa por lo delicioso de las diferentes comidas que preparaba, especialmente los fríjoles antioqueños, por su pasión por cocinar y compartir la comida con la Familia numerosa de mi papá y de ella misma.
Siempre gozó del amor de las personas que la conocíeron, especialmente sus hijos, sus nietos y sus “hijos perrunos…, Vincent y Lincoln”.
La vida no fue buena todo el tiempo. Pasó por muchas pruebas. Pero siempre Dios estuvo acompañándola. Como cuando la sacó triunfante de un ACV, donde el pronóstico de éxito era muy bajo. (ACV: Accidente Cerebro Vascular, llamado popularmente “Derrame Cerebral”. Nota del Editor).
Hoy recuerdo el día en que mi papá llegó llorando a la casa donde vivíamos, porque los médicos la habían prácticamente desahuciado y a pesar de que mi Mami no permitió que le operaran el cerebro, Dios le permitió existir por más de 40 años…, cuando los médicos no le daban sino 6 meses de vida.
Mi Mami fue muy creyente durante toda su existencia y Dios la acompañó siempre. Inclusive, en el momento de su partida, el Señor permitió que sus cuatro hijos, los seres que ella más amaba en su vida, estuviéramos alrededor de su cama, compartiendo las últimas bendiciones que Dios tenía para ella y para todos nosotros en la tierra, permitiéndole a mi Mami realizar su último viaje a su presencia, de la mano del Creador…, sin dolor…, sin angustia…, en total calma…, con plena conciencia de hacia dónde se dirigía.
¡¡ Gloria a Dios por su misericordia con mi Mami…, con mi papá…, mis hermanos y nuestra Familia !!.
El amor de una madre que lo dio todo por sus 4 hijos
Momentos familiares como el vivido el 2 de Agosto de 2022 por María Cecilia del Socorro Sierra Diosa de Fonseca en su hogar de Bogotá (Colombia), con motivo de su cumpleaños, perduraran para siempre en el alma y el corazón, por lo emotivo de las sonrisas de cuatro hijos amados, quienes desde niños…, hasta avanzada su edad de adultos, siempre recibieron de la Madre ternura para guiarlos en la vida y amor para que comprendieran lo que representa una Mujer al frente de un hogar. De izquierda a derecha aparecen René Fonseca Sierra y sus hermanos Armando, Alfredo y Fabián.
“Sigo viva y lo mejor está por venir”: Socorrito Sierra
Esta imagen poderosa… vibrante de emoción… de extraordinaria vitalidad, hace que quien la observa con los ojos del alma, siente que su mente y su corazón comparten la alegría contagiosa con la que María Cecilia del Socorro Sierra Diosa de Fonseca recibió el Año Nuevo de 2018, cuando ella repetía: “Sigo viva y lo mejor está por venir”. Ante el júbilo con el que Socorrito levantaba sus brazos…, ante la fuerza de su mirada y ante el gesto emocionado de su rostro, uno no puede contener las lágrimas que descienden por las mejillas al contemplar la bella imagen de la Mujer cuyo recuerdo amado se siente hoy más que nunca, con motivo de la celebración mundial del “Día de la Madre”.
“Aquí estoy con mis hermanas y mi Familia que tanto amo”
Siempre alegre… plena de entusiasmo… de fuerza moral y espiritual… María Cecilia del Socorro Sierra Diosa de Fonseca dejó un mensaje que acompañará para la eternidad esta preciosa fotografía: “Aquí estoy con mis hermanas y mi Familia que tanto amo”. En la gráfica aparecen Elena Diosa, Carlos Martins, Natascha Martins, María Victoria Sierra Diosa, Carlos Arturo Sierra Diosa, Marcela Johanna y Gloria Sierra Diosa, entre otras personas.
Vincent y su padre Lincoln, los “hijos perrunos” de Socorrito
La ternura que despiertan en los seres humano los caninos de raza Golden Retriever, por su mirada amable, su inteligencia y la confiabilidad en permitirles acompañar a los adultos mayores, convirtieron a Lincoln y a su hijo Vincent, con quien María Cecilia del Socorro Sierra Diosa de Fonseca aparece en esta fotografía, en amigos inseparables y motivo de alegría en el hogar.
Socorrito… la alegría de vivir en medio de la naturaleza
El amor de Socorrito Sierra por sus cuatro hijos fue compensado siempre por ellos llevándola a vivir lo que más le gustaba: La naturaleza… el mar… el cielo azul. En esta gráfica, tomada por su hijo Armando, Socorro aparece en uno de sus destinos favoritos, ya fuera en Cartagena, San Andrés o Miami.
“Brindemos por la Vida… por el amor de nuestra Madre”
El cumpleaños número 50 de María Cecilia del Socorro Sierra Diosa de Fonseca fue celebrado en Bogotá (Colombia), con una reunión familiar que jamás olvidaré, por el afecto que le demostraron a la bella Madre sus hijos, sus familiares y sus amigos. Al escribir este artículo con lágrimas que pugnan por salir de mis ojos y rodar por las mejillas hacia la comisura de los labios, una tierna emoción me invade al recordar esta imagen, cuando Fabián (a la izquierda), René (en el centro) y Armando Fonseca Sierra (a la derecha), levantaron sus copas y exclamaron: “Brindemos por la Vida… por el Amor de nuestra Madre”.
Natascha Martins, la linda joven que enterneció a Socorrito
Otra imagen que se recibe con extraordinario afecto por lo que representó en la vida de Socorrito, muestra la cálida bienvenida que le dio siempre en Miami Natascha Martins a la bella Madre de los Fonseca Sierra. Natascha, su padre y su inolvidable Familia, quedarán para siempre en el recuerdo de todos nosotros.
“Aquí estoy con mis amados hermanos y mi Familia”
El amor… la ternura… el afecto que recibió María Cecilia del Socorro Sierra Diosa por parte de quienes compartieron gran parte de su existencia, nos permite hoy rendir un homenaje especial a los ancestros de la Familia, cuyos amados rostros ya no están con nosotros, pero cuyo recuerdo permanece en nuestra memoria: Los abuelos paternos: Daniel Sierra y Francisca Mejía. Los abuelos maternos: Isaías Diosa y Josefa Jaramillo. Los padres: Arturo De Jesús Sierra Mejía y Bertilda Diosa Jaramillo. Al mismo tiempo, celebramos los agradables recuerdos que nos continúan dejando hoy los hermanos y hermanas de Socorrito: Carlos Arturo, Amparo, Martha Libia, Javier Alberto, Olga Lucía, Elena, William De Jesús, María Victoria y Gloria Eugenia. En la gráfica, Cecilia aparece con Carlos Arturo y William De Jesús, en su hogar de Bogotá (Colombia).
El amor por la Familia continúa con las nuevas generaciones
Armando Fonseca Sierra (quien aparece sonriente en primer plano, en el lado inferior derecho de la fotografía con su Golden Retriever “Lincoln” y junto a su hermano Fabián), ha cumplido siempre la recomendación de sus padres: mantener unida a la Familia. En desarrollo de esa noble misión aprovecha las fiestas de Navidad y Año Nuevo para propiciar encuentros entre abuelos, padres e hijos, en la hospitalaria ciudad de Cajicá (Departamento de Cundinamarca), Colombia, con el propósito de fomentar entre las nuevas generaciones el aprecio por sus mayores y sus antepasados.
El resultado de esas reuniones ha sido tan agradable que merece quedar para siempre en esta Página Web, en especial cuando María Cecilia del Socorro Sierra Diosa de Fonseca (sentada en el centro de la fotografía), expresaba en su rostro la alegría y la satisfacción que embargaban su espíritu en cada uno de estos encuentros familiares.
Hoy, en la celebración mundial del Día de la Madre de 2024, recordamos con cariño a quienes rodearon de amor a Socorrito. De antemano presento disculpas si no menciono a todos quienes aparecen en esta imagen histórica, porque aún no estoy familiarizado con los rostros y nombres de 4 niñas y la señorita que aparece junto a Giovanni Ávila Fonseca. La primera a la izquierda, de las niñas arrodilladas, es Alejandra Angarita Fonseca. Después, en la primera fila, sentados, aparecen: Alfonso Fonseca Navarrete, Rosa Helena Castillo, Rosalba Fonseca Navarrete, Ofelia Torres de Fonseca, Matías Fonseca Giraldo, María Cecilia del Socorro Sierra Diosa de Fonseca, Gilma Beatriz Fonseca Navarrete, Dina Heidy Ahmad Fonseca y su esposo Hernán Villa Cardona, Fabián Fonseca Sierra y Armando Fonseca Sierra.
De pie aparecen Guillermo Peña, Laura Daniela Muñoz Fonseca, Daniel Villa Ahmad, Andrés Felipe Angarita Fonseca, Leonardo Fonseca Castillo, José Alberto Angarita Guerrero, la esposa de Leonardo Fonseca Castillo, Julián David Angarita Fonseca, Ingrid Paola Fonseca Torres y su esposo; Daniel Alberto Fonseca Torres, René Fonseca Sierra, Alberto Fonseca Navarrete, Carlos Arturo Sierra Diosa, Claudia Bibiana Ávila Fonseca, Giovanni Alexander Ávila Fonseca y su hija Mariana; Magdalena Fonseca Navarrete, María del Pilar Garay, Laura Carolina Fonseca Ávila, Fabián Felipe Fonseca Garay, Connie Cruz, la esposa de Carlos Arturo Sierra Diosa; Olga Lucía Sierra Diosa y su esposo José Higuera.
Armando Fonseca Sierra, listo para triunfar a nivel mundial
Por naturaleza, los seres humanos constituyen verdaderos universos dotados de inteligencia, de capacidad innata para inspirar toda clase de sentimientos nobles y puros. Durante la infancia las dulces miradas de los bebés… la ternura con la cual balbucean sus primeras palabritas…, sus risas…, nos transportan a mundos maravillosos de amor. Es la época en la cual la Madre siente que su corazón palpita cada vez con más fuerza, cuando el tiempo le parece infinito. Estos sentimientos se multiplican durante la niñez, cuando cantan sus primeras canciones, se mueven de un lado para otro durante sus primeras danzas, hacen travesuras infantiles… todo esto nos hace olvidar los problemas cotidianos. Y luego, en la adolescencia, los cambios propios de la edad juvenil preparan a los niños para incursionar en el mundo de los adultos.
René, Fabián, Alfredo y Armando Fonseca Sierra, son un ejemplo viviente de esas maravillosas transformaciones del ser humano. De niños juguetones se transformaron en profesionales exitosos. Por eso hoy, cuando contemplamos con los ojos del alma la fotografía de Armando y su bella Madre alegre, por nuestra mente pasan velozmente los momentos que vivimos en el hogar de Socorrito y sus retoños. Es entonces cuando surgen sentimientos de profunda admiración, al reflexionar sobre los esfuerzos extraordinarios que ha hecho Armando para convertirse en uno de los profesionales más importantes de su generación en los Estados Unidos y todos los países de Latinoamérica.
Una rápida mirada a los 26 años de trabajo arduo y fructífero de Armando Fonseca Sierra en el Sector Financiero de Colombia, permite captar en toda su intensidad la forma inteligente como ha ido escalando posición tras posición en el Banco Davivienda, hasta ser escogido para que liderara diferentes campos:
Como Profesional III, se encargó del Diseño de las Soluciones Tecnológicas de los Canales del Banco, en 2001. Tres años más tarde se desempeñó como Gerente Técnico de Proyectos Estratégicos, a cargo de la Administración de Talento Humano. En 2008 fue nombrado Gerente de Proyectos y Procesos del Banco y sus filiales nacionales e internacionales, para todos los Canales de Atención. En 2011, en calidad de Jefe de Proyectos y Procesos DaviPlata, fue el responsable de la definición y rediseño de los procesos asociados a las funciones y responsabilidades de la Unidad de Negocio. Y a partir de ese momento los ascensos fueron vertiginosos y su eficiencia la demostró con resultados de excelencia:
Desde Business Technology Director del “Fondo Latinoamericano de Reservas”, pasando por Chief Technology Officer Regional de “AdCap Financial Services”, donde lideró la gestión, estrategia y ejecución de Tecnologías de la Información (TI), en todas las oficinas del Grupo conformado por ocho empresas ubicadas en Buenos Aires, Bogotá, Medellín, Lima, Montevideo, Miami, New York y Chicago, hasta convertirse luego en Miembro de las Juntas Directivas de Fintech Colombia y de Powi-Pagos GDE S.A., de donde regresó a Davivienda como Director de Proyectos y Procesos Digitales e Investigación de las TI., Oficial de Planificación Financiera, Científico de Datos, Ejecutivo de Banca Internacional y Líder de Arquitecturas Ágiles, entre otros altos cargos de máxima importancia financiera.
Y al cumplir Socorrito un año de haberse ido para el Cielo, Armando le dedicó a su Amada Madre el Título de “Master of Business Information Technology”, con Grado Suma Cum Laude, que la Universidad de Los Andes, de Bogotá (Colombia), le otorgó en Ingeniería de Sistemas y Computación, al finalizar con éxito los estudios que realizó entre 2015 y 2024.
Para destacar ante el mundo financiero el valioso significado internacional de este nuevo Grado, la Universidad de Los Andes explicó: “El egresado de la Maestría en Tecnologías de Información para el Negocio MBIT contará con valiosos elementos conceptuales, teóricos, prácticos y de actitud para posicionarse como directivo ideal de Tecnologías de Información para la empresa, ya sea como “Director de Sistemas”, “Gerente de Tecnología”, o “Chief Information Officer (CIO)”.
Esto significa que a partir de ahora Armando Fonseca Sierra ha quedado capacitado para expandir, reorientar y volver realidad los Proyectos de cualquier Banco, o multinacional financiera interesada en estar presente en Asia, Africa, Europa, Estados Unidos, Canadá, México, Latinoamérica y Oriente Medio, es decir, en todos los países del mundo, para aprovechar las ventajas de la creciente globalización.
¡¡ Armando: Mi divina esposa Isabel, y yo, te deseamos lo mejor del mundo !!
Armando y René: Fue un homenaje salido del corazón. Socorrito lo merecía. Bendiciones para todos.
Que hermoso homenaje
Germancito: Gracias por este hermoso homenaje a mi mami, mi negrita linda! Dios te bendiga hoy y siempre