80 Años del CPB

El CPB, los asesinatos de periodistas

y la Información de la DNI

El Círculo de Periodistas de Bogotá (CPB), es una de las principales organizaciones gremiales independientes que defienden la Libertad de Prensa en Colombia. La actual Junta Directiva, conformada por los profesionales que aparecen en el mosaico, tiene en la actualidad tres de los retos más delicados que se le han presentado a esa entidad en toda su historia.

Además de organizar la “Noche de los Mejores”, el CPB debe preparar la celebración de sus 80 años de existencia, que se cumplen el once de Febrero de 2025, y reunir en Bogotá a los miembros del Congreso Nacional que hacen parte de las Comisiones de Senado y Cámara, con los líderes de los Medios de Comunicación de todo el país, para que le planteen de manera personal al Presidente Gustavo Petro Urrego:

  1. ) La preocupación de los periodistas de las regiones por el elevado número de comunicadores asesinados por toda clase de Bandas Criminales, cuando han denunciado la corrupción en Departamentos y Municipios y las constantes violaciones del Cese al Fuego por el ELN y las disidencias del autodenominado Estado Mayor Central (EMC) de las FARC, que en Rosales (Cauca), en Quibdó (Chocó), en varias veredas de Antioquia y en otros Departamentos, están causando la muerte de mujeres, niños, indígenas y campesinos ajenos al conflicto armado que sigue viviendo Colombia, además de colocar explosivos en lugares por donde transitan civiles;
  2. ) Las amenazas de muerte de que son objeto los periodistas en los municipios del interior del país, cuando le revelan al mundo que los grupos guerrilleros adelantan un “Plan Pistola” para asesinar a Directores de Cárceles y a Guardianes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), así como a militares y policías. Las amenazas de muerte contra los comunicadores se producen también al revelar que el ELN y las FARC se atacan mutuamente, pero después se unen para combatir a la Banda Criminal “Clan del Golfo”, con el propósito de incrementar el control territorial de la mitad de Colombia y obtener mayores ganancias con la producción de marihuana, de cocaína, y la explotación ilegal de oro. Esta situación se agravó cuando el Alto Comisionado de la Presidencia de la República para la Paz, Otty Patiño, reconoció públicamente ante la prensa –a comienzos de 2024– que las FARC “están en su derecho de expandirse territorialmente”.

    Otra consecuencia de este agravamiento de la violencia en el interior de Colombia, que aumenta la vulnerabilidad de los periodistas al denunciar sus hallazgos, es el hecho de que, de cada diez niños indígenas o campesinos, nueve están siendo reclutados por la fuerza por las guerrillas y las Bandas Criminales, inclusive teniendo menos de diez años de edad. En televisión aparecen niños y niñas a quienes los fusiles les quedan grandes o no pueden levantarlos del piso. Las disidencias de las FARC, además, están concentrando menores de edad en veredas de “El Plateado” y “El Mango”, (Departamento del Cauca), y en “Los llanos del Yarí” (Departamento del Caquetá), donde los enseñan a fabricar explosivos para atacar al ejército y la policía.

    El Gobernador del Caquetá, Luis Francisco Ruiz, le dijo a RCN que “en San José de Fragua, para permitir el desembarco de tropas del ejército que iban a recoger once muertos que quedaron de un enfrentamiento entre grupos armados, fue necesario concertar con el Estado Mayor Central de las FARC para que el ejército pudiera entrar al territorio donde estaban ellos”. Esto debido a que, según Ruiz, el ejército está maniatado porque la política de Paz Total del Gobierno Nacional le impide actuar. El peligro que corren los periodistas de provincia al cubrir noticias de orden público, quedó en evidencia el 28 de Mayo de 2024, cuando el mundo vio en los noticieros de televisión de Colombia las paredes del “Colegio José María Obando”, del Municipio de Corinto (Departamento del Cauca), impactadas por más de 400 disparos de fusil, hechos por las disidencias de las FARC cuando atacan la Estación de Policía y esto obliga continuamente a los niños y niñas a esconderse debajo de sus pupitres mientras las balas les pasan por encima. La Defensoría del Pueblo ha denunciado varios de estos actos violatorios de los Derechos Humanos, pero siguen ocurriendo sin control, y
  3. ) La inquietud que ha causado en Colombia el anuncio oficial de que la información recopilada por la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) a lo largo y ancho del país, será concentrada por su Director, Carlos Ramón González, en la Presidencia de la República y manejada desde allí por personas que los periodistas no conocen. González, quien militó durante 30 años en la Dirección Nacional del M19, fue designado en el cargo por el Presidente Gustavo Petro Urrego en Marzo de 2024.

Para comprender el significado de esta última problemática que afrontará la Junta Directiva del CPB en 2025, es necesario recordar que la Dirección Nacional de Inteligencia de Colombia de hoy es el moderno equivalente del Servicio de Inteligencia Colombiano (SIC) de los años 50, del F2 de la Policía Nacional de los años 60 y 70 y del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), de los años 70 y 80 del Siglo XX. La diferencia está en que las tres instituciones mencionadas funcionaban con presupuestos insuficientes, con teléfonos fijos y a base de trabajo humano que cubría las áreas urbanas a pie, mientras la DNI de hoy tiene a su disposición la Tecnología de la Informática, la Inteligencia Artificial, las Redes Sociales, vehículos blindados y miles de empleados en todo el país.

Por esta razón, al concentrarse la Información de Inteligencia en la Presidencia de la República, la seguridad de los periodistas que trabajan en las Unidades Investigativas y en las Secciones Judiciales de Radio, Televisión y Prensa adquiere mayor vulnerabilidad, porque la DNI tiene acceso inmediato a todas las comunicaciones de los funcionarios públicos con quienes los reporteros se comunican para conseguir evidencias de actos de corrupción.

El aumento de riesgos para los periodistas y sus fuentes se debe a que en las “Listas de Identidades” de la DNI se recopilan detalladamente, a diario, los números de los teléfonos fijos y los celulares de los comunicadores y sus contactos, las Cuentas de Twitter (hoy conocida como X) y de WhatsApp, las direcciones de los lugares de trabajo y las direcciones de Internet (IP) por donde todos tienen acceso a los Correos Electrónicos, a Instagram, a Threads, a Youtube y a Plataformas de diversa índole. En la DNI se concentran también las direcciones de las escuelas, colegios y Universidades, los números de los celulares de los Rectores, Decanos, Maestros y Profesoras, además de los números de los celulares de los compañeros y compañeras sentimentales de todas estas personas, los números de los celulares de las niñas y niños hijos de los periodistas y los funcionarios públicos con quienes hablan, y los números de las placas de los automóviles, motocicletas y bicicletas, en las cuales todos se movilizan por los campos y las ciudades de Colombia.

Lo anterior sin olvidar que también se registran, una por una, las horas de entrada y salida de las instituciones deportivas, médicas, religiosas o de cualquier clase, que son frecuentadas diaria, semanal o mensualmente por los periodistas y los funcionarios públicos con quienes ellos y ellas dialogan todos los días. Al respecto es necesario aclarar que los riesgos que corren hoy los comunicadores y sus contactos se deben a la posibilidad de que, como ha ocurrido en algunas sucursales de Bancos en Colombia, alguien con acceso a los “Listas de Identidades” copie a escondidas en una USB la información que alguien le pida y ésta sea entregada a personas que pagarán por conseguir los datos personales buscados por terceras personas u organizaciones desconocidas.

La situación descrita se agravó el 29 de Mayo de 2024, cuando el Senador por el Partido Cambio Radical, David Luna Sánchez, le manifestó a los colombianos que, según sus informaciones, en la administración del Gobierno del Presidente Petro se puso en marcha una denominada “Operación Orión”, orientada a interceptar comunicaciones de congresistas, periodistas y de todas aquellas personas que piensen distinto al mandatario.

Para precisar si esas informaciones son ciertas, el Senador se dirigió oficialmente a la Industria Militar (INDUMIL), a la Unidad Nacional de Protección (UNP), a la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) y a la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), para preguntarles si personal de sus dependencias han participado en alguna mesa de trabajo para ejecutar la mencionada operación de inteligencia militar.

Guillermo Cano Isaza

Homenaje al Periodismo colombiano

El 22 de Marzo de 2037 el periódico EL ESPECTADOR cumple 150 años de haber sido fundado en Medellín por Don Fidel Cano Gutiérrez y el 30 de Enero de 2031 el diario EL TIEMPO cumple 120 años de haber sido fundado en Bogotá por el abogado Alfonso Villegas Restrepo. Los dos aniversarios convierten a esta fotografía en un tesoro histórico: el encuentro de dos gigantes del periodismo latinoamericano, unidos por ideales comunes: paz y democracia para una Colombia sin narcotráfico.

En la gráfica, el Director de EL ESPECTADOR, Don Guillermo Cano Isaza (a la izquierda), presenta a la Dama española Ana María Busquets, al Director de EL TIEMPO, Don Hernando Santos Castillo y a su señora esposa, Helena Calderón de Santos, durante una reunión en el “Restaurante La Red”, en Bogotá. (Foto de Carlos Caicedo Zambrano, cortesía de EL TIEMPO).

Don Guillermo Cano representa, para la Historia Universal, el mártir que luchó valerosamente para evitar que la sociedad colombiana se convirtiera en rehén de las mafias dedicadas al narcotráfico. El 17 de Diciembre de 1986, Don Guillermo fue asesinado por sicarios de Pablo Escobar Gaviria y Gonzalo Rodríguez Gacha, al frente de las instalaciones del diario. En homenaje a la memoria de quien ofrendó su vida por defender la moral de su país, la UNESCO creó el “Premio Mundial a la Libertad de Prensa Guillermo Cano”.

Don Hernando Santos, por su parte, se convirtió en el Faro de Luz que siempre brilló por su defensa de la Libertad de Prensa y el respeto por los ideales democráticos de la política colombiana.

El día en el que Colombia presidió la Asamblea de la ONU

Las Ruedas de Prensa constituyen uno de los elementos indispensables del Periodismo colombiano para llevarle a la opinión pública una información veraz y oportuna de la forma como los gobiernos conducen su Política Exterior. En la gráfica el Ministro de Relaciones Exteriores, Indalecio Liévano Aguirre, explica a un grupo de periodistas la importancia que representó para Colombia el haber actuado como Presidente de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, en 1978.

Sentada, a la izquierda, aparece la Directora de Televisión Tulia Eugenia Ramírez de Castellanos, esposa del periodista Alfonso Castellanos y madre del periodista Juan Jacobo Castellanos, ambos de “Caracol”. De pie, de izquierda a derecha, aparecen Leonel Toro Echeverry, de la Presidencia de la República; Marcos Jara, de Televisión; Daladier Osorio, de “Caracol”, Darío Hoyos Hoyos, de “El Siglo”; Jorge Enrique Pulido, de “Todelar”; Germán Navarrete, (de anteojos), del Centro de información de las Naciones Unidas para Colombia, Ecuador y Venezuela, al lado de uno de los asistentes de los camarógrafos de televisión y Pablo Emilio Ruiz, Director de una ONG de Derechos Humanos auspiciada por la UNESCO. (Fotografía de la Oficina de Prensa de la Presidencia de la República de Colombia).

El Presidente César Gaviria ante los Periodistas

La Libertad de Prensa es uno de los instrumentos más importantes que utilizan los Periodistas en Colombia para conocer la forma como los Jefes de Estado y los funcionarios de su gobierno conducen la administración pública y administran los dineros de los impuestos que pagan los ciudadanos. Los gobernantes, por su parte, acostumbran reunirse con los Directores de los Medios de Comunicación para aclararles en detalle las situaciones que le interesan a las comunidades y que no son entendidas por algunos sectores de la opinión pública.

En uno de esos encuentros cordiales aparecen, de izquierda a derecha, Yamid Amat, Director de “Caracol Radio”, poseedor de una de las mejores voces de locutores en Colombia; el Presidente César Gaviria Trujillo; Don Enrique Santos Castillo, el dinámico Jefe de Redacción de EL TIEMPO, dueño de un olfato natural para detectar los grandes acontecimientos de su época; Juan Gossaín Abdallah, Director de “RCN Radio”, poseedor también de una de las voces más escuchadas en todas las regiones del país durante más de medio siglo y Juan Manuel Santos Calderón, Director de “EL TIEMPO”, quien veinte años después de haber sido captada esta gráfica se convertiría en el Jefe de Estado que firmó la paz en 2016 con el grupo guerrillero FARC, movimiento insurgente que buscaba el poder por la vía de las armas desde 1964.

Para entender la importancia de los esfuerzos del Presidente Juan Manuel Santos Calderón en ese sentido, es necesario recordar que al comenzar el Siglo XXI la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE), el Pentágono y la Secretaría de Defensa de los Estados Unidos, entre otros actores de la política mundial, coincidían en advertir que el movimiento autodenominado “Fuerzas Armadas de Colombia – Ejército del Pueblo” (FARC – EP ), era el grupo guerrillero más numeroso y peligroso de toda América Latina, integrado por más de 30 mil hombres y mujeres que disponían de fusiles, ametralladoras, granadas y otras armas de gran calibre, con las cuales atacaban por días enteros los cuarteles de la Policía y el Ejército, sin que nadie pudiera detenerlo.

Por todo lo anterior las FARC aterrorizaron a los colombianos durante 52 años cometiendo secuestros, extorsiones, violación de niñas y reclutamiento de niños y niñas menores de edad, además de destruir miles de pueblos con “tatucos” (tubos de gran tamaño llenos de explosivos acompañados de puntillas y otros elementos, que eran lanzados contra las instalaciones militares y entidades oficiales). Al reconocer que las negociaciones adelantadas por el Jefe del Estado lograron el desarme de los 30 mil integrantes del grupo guerrillero y disminuyeron en su totalidad los índices de violencia en el interior de la Colombia rural y campesina, Santos Calderón se hizo acreedor al Premio Nobel de Paz. (Foto cortesía de EL TIEMPO).

El encuentro de cinco grandes del Periodismo

El 9 de Febrero de cada año se celebra en Colombia “La noche de los Mejores”, con la entrega del “Premio Nacional de Periodismo CPB”. En 2020, en el Colegio Cafam de Bogotá, dirigido por Fernando Barrero Chávez, uno de los periodistas más importantes del país, el evento reunió a “La Cofradía de EL ESPECTADOR”, integrada, de izquierda a derecha, por Carlos A. Sánchez, apodado “Charly”; Antonio Andráux Burgos, Rufino Acosta Rodríguez, Ricardo Peláez Duque y el Reportero Gráfico Rodrigo Dueñas. Escuchar la sabiduría periodística de cada uno de estos grandes de la profesión es algo maravilloso.

Al respecto, Germán Navarrete recuerda al Jefe de la Sección Deportiva de EL ESPECTADOR que conoció en 1954: El Jefe de la Armada, Armando Pinzón Insignares, me envió a la Redacción. Al llegar me encontré de frente con un gigante, este sí de verdad: Carlos Benavides Turizo, un moreno cuya estatura calculo que era de 1.90 metros y por lo menos 120 kilos de peso, vestido siempre con trajes color café, camisa blanca y corbata oscura, cuya voz contrastaba con la de Carlos Arturo Rueda, cuando ambos se reunían para comentar las actuaciones de Efraín Forero y Ramón Hoyos durante “La Vuelta a Colombia”, hace 70 años. Con el paso del tiempo me fui acostumbrando a las animadas y alegres tertulias de los Redactores Deportivos con quienes trabajé. Además de los anteriores periodistas de la fotografía recuerdo a Carlos Eduardo Tapias (“Tapita”), Oscar Restrepo Pérez (“Trapito”) y Mike Forero Nougués, quien siempre vestía elegantemente y estaba a la moda.

Patricia Lozano de Alarcón y Gloria Vallejo, en su calidad de Presidentas del Círculo de Periodistas de Bogotá

Cuatro periodistas lideran con éxito la defensa del Gremio

Patricia Lozano de Alarcón y Gloria Vallejo, en su calidad de Presidentas del Círculo de Periodistas de Bogotá; Lucevín Gómez Espitia, como Vicepresidenta y Támara De La Motta en su condición de Fiscal, han sido cuatro de las integrantes de la Junta Directiva del CPB que más situaciones difíciles han afrontado con éxito en su loable labor de defender al periodismo colombiano: 1) La falta de credibilidad que afronta el gremio; 2) Campañas para hacer frente a las “Noticias falsas o Fake News”; 3) Defensa de la Libertad de Expresión, y 4) La activación de Convenios con las Academias, vinculación de las Universidades e ingreso de nuevos periodistas.

En esta gráfica histórica aparecen, de izquierda a derecha, Támara De La Motta, Carlos Alberto Acuña, Gonzalo Silva Rivas, veterano reportero de EL ESPECTADOR; Amilkar Hernández, Gloria Vallejo, figura destacada en EL TIEMPO; Lucevín Gómez Espitia, otra de las más importantes redactoras de EL TIEMPO, donde se destacó por sus inolvidables Campañas Sociales. Detrás de ella aparecen Martha Díaz y René Pérez, veterano exitoso de la Redacción Judicial de EL TIEMPO. (Foto del CPB).

Los Reporteros Gráficos, forjadores de la Historia de Colombia

Sin duda alguna, a los Reporteros Gráficos de Colombia se les debe reconocer un lugar destacado en la creación de la Memoria Histórica del país, porque son ellos quienes registran con sus cámaras, día tras día, los acontecimientos más importantes de la vida nacional, desde las intervenciones de los Presidentes, los Ministros, los Gobernadores, los Alcaldes y demás altos funcionarios del Estado, hasta las actividades de los Líderes Gremiales, los Líderes Universitarios, los Educadores, los Líderes Religiosos, los Congresistas, Diputados y Concejales, los deportistas, los Presidentes de Juntas Comunales, los Líderes Sociales e Indígenas, los campesinos, los agricultores y toda clase de representantes de las comunidades.

Por todo lo anterior esta es otra fotografía histórica para Colombia. De antemano presento disculpas si no incluyo todos los nombres, porque no conozco personalmente a las damas y a los funcionarios públicos que aquí aparecen. De izquierda a derecha recuerdo a quienes me acompañaron en mis reportajes: Jorge Eliécer Parga Salcedo, de EL TIEMPO (de camisa blanca y corbata); Germán Castro Cifuentes, de EL ESPECTADOR (sentado); Felipe Caicedo, de EL TIEMPO (el joven de l9 años que aparece de pie en el centro); Manuel Humberto Rodríguez Corredor, (de traje gris, con chaleco negro y corbatín, considerado uno de los 5 fotógrafos que dejaron registrado para la Historia Universal el desarrollo urbano de Bogotá: Manuel H, Luís Alberto Acuña Casas, Daniel Rodríguez, Sady González y Germán Tellez).

Al lado derecho de la fotografía, de pie, aparecen 2 de los Reporteros Gráficos con quienes tuve el honor de trabajar en EL TIEMPO: Enrique Benavides Guerrero (de anteojos y amplia sonrisa); y Alfonso Ángel (de saco claro y corbata). Enrique es hermano de Juan Benavides Guerrero, uno de los más importantes Armadores de EL ESPECTADOR en los años 60 del Siglo XX, quien aparece retratado cuando trabajaba en el sótano del edificio donde funcionaba el periódico, en el artículo “Mi niñez en EL ESPECTADOR”, que se puede ver en esta Página Web.

Por último, tenemos al fotógrafo de mayor recordación para los periodistas de EL TIEMPO y hombre de confianza de Don Enrique, Don Hernando y Rafael Santos Calderón: Carlos Caicedo Zambrano, quien aparece en el extremo derecho de la gráfica. Como siempre, Caicedito no mira a la cámara sino discretamente está pendiente de que su hijo Felipe no vaya a beber demasiado licor en la reunión. Con los 5 fotógrafos que posaron de rodillas también trabajé y me agradaría si alguien me deja sus nombres, a manera de Comentario, al final de este artículo. (Foto de Martín Rodríguez, del Círculo Colombiano de Reporteros Gráficos).

COLPRENSA, un semillero de periodistas desde Bogotá

Durante gran parte del Siglo XX las noticias que publicaban los periódicos, las revistas y las emisoras del interior del país, fueron suministradas por la “Agencia Colombia Press”, creada por el periodista José “Pepe” Romero. Anualmente la Agencia publicaba una revista nacional de gran formato con una circulación de 6.000 ejemplares y a nivel internacional otra de 2.000 ejemplares, dirigida especialmente a las Misiones Diplomáticas y empresas multinacionales. (Ver el artículo “The USIS Team”, del libro “250 Years of the American Independence”, que aparece en esta Página Web).

En 1988, haciendo uso de la tecnología moderna del Internet, que facilitó la comunicación digital a nivel nacional, COLPRENSA, bajo la acertada dirección de Oscar Domínguez Giraldo y posteriormente de Orlando Cadavid Correa, inició la prestación de un servicio en diversos formatos que se ajustan a las necesidades de los Medios de Comunicación regionales. En la actualidad, COLPRENSA cubre eventos con periodistas digitales, fotógrafos y videógrafos, ofrece contenidos para marcas empresariales y materializa cualquier idea relacionada con Medios de Comunicación a nivel nacional.

En esta fotografía histórica aparecen, de izquierda a derecha, Orlando Cadavid Correa (sentado) y de pie, Arturo Jaimes (de barba), Ángel Romero Bertel, Giraldo Gaitán y César Vallejo. (Foto de Martín Rodríguez).

2 comentarios en “80 Años del CPB”

  1. José María Bolaño de la Hoz

    Que grato es recordar los momentos más felices de nuestro trasegar periodístico, especialmente cuando ya empezamos a escribir las últimas páginas de nuestro paso por el planeta.

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