Guerra E.U.-Rusia-China: 200 millones de muertos

158.000 muertos en la guerra en Ucrania en 6 meses

Durante los 22 años que han transcurrido del Siglo XXI, quienes más han sufrido las consecuencias de toda clase de guerras que tienen lugar en diferentes continentes y países del mundo, han sido los niños, las niñas, los ancianos, adolescentes, hombres y mujeres que conforman poblaciones civiles que nada tienen que ver con los conflictos armados. El 7 de abril de 2018, por ejemplo, el Presidente de Siria, Bashar al-Assad, hizo lanzar bombas químicas sobre la población de Duma para castigar a los habitantes de ese lugar por oponerse a su gobierno. El ataque dejó 40 muertos y numerosos niños y adultos quedaron con los pulmones severamente afectados por los gases tóxicos, como lo muestra la gráfica de lasexta.com. Al-Assad ha logrado perpetuarse en el poder gracias al apoyo armado del Presidente de Rusia, el mismo que lanzó la invasión de Ucrania el 24 de Febrero de 2022.

Mientras tanto, en la actual guerra de Vladimir Putin en Ucrania, que entró en el séptimo mes, han muerto 158.000 personas, distribuidas así: más de 40 mil soldados ucranianos y aproximadamente 30 mil civiles indefensos (de los cuales han sido identificados plenamente 5.514 y han quedado heridos 7.890, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH). Entre las personas asesinadas sin justificación alguna se cuentan más de 379 niños y niñas, inclusive bebés de corta edad, mientras más de 733 menores de edad han quedado heridos según cifras reveladas el 29 de Agosto.

Rusia ha perdido a 88.000 combatientes (75.000 soldados, más de 13.000 mercenarios del Grupo ruso Wagner y otros miles de víctimas del Ministerio del Interior, además de milicianos de Donetsk y Luhansk que han caído en combates). Las cifras corresponden a los datos estadísticos entregados a la Casa Blanca en Washington, el 24 de Agosto de 2022, por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), el Pentágono, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos e independientemente por el especialista en “Estudios Estratégicos de Fuerzas Terrestres, Navales, Aéreas, Misiles Estratégicos y Fuerzas Espaciales rusas”, Lajos Szaszdi León-Borja, actual profesor de la Universidad Interamericana de Puerto Rico.

Al mismo tiempo la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), confirmó el hecho de que 11´150.639 ucranianos se han visto obligados a abandonar su país para no morir bajo los bombardeos diarios de las tropas rusas. De ellos, un total de 6´657.918 ya fueron aceptados en países de la Unión Europea, Estados Unidos y América Latina.

Como resultado de la destrucción total de varias ciudades a causa de los bombardeos diarios por parte de Rusia durante medio año, Ucrania le informó a Estados Unidos, la Unión Europea, el Banco Mundial (BIRF) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que va a necesitar más de 750 mil millones de dólares durante los próximos diez años, por lo menos, para reconstruir el país. El primero en reaccionar a este anuncio fue Vladimir Putin, quien se reunió con el Líder Supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, para manifestarle que cuando se apodere totalmente de Ucrania permitirá que trabajadores norcoreanos laboren en esa reconstrucción, para que Kim pueda beneficiarse económicamente de los salarios de esas personas y continúe aumentando su arsenal de bombas atómicas con las cuales apoye las actividades bélicas de China y Rusia cuando sea necesario.

Guerra E.U.-Rusia-China:
200 millones de muertos

Hay pánico en Europa por bombardeos a la Central Nuclear de Zaporiyia, en Ucrania, mientras Rusia fabrica misiles que transportan, cada uno, 16 ojivas nucleares y tienen una capacidad explosiva 2.000 veces más alta que las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, que mataron a 200.000 japoneses en 1945.

Mientras miles de millones de seres humanos viven su vida diaria sin preocuparse por las guerras que están sucediendo en Europa y Asia –ni tomar medidas para evitar que cuando las consecuencias de los conflictos lleguen a sus países los encuentren endeudados con préstamos hipotecarios, recién casados y sin trabajo–, China y Rusia intensifican cada día sus combates armados, con el riesgo de que una bomba lanzada sobre un objetivo equivocado pueda encender de un momento a otro la chispa que haga real la Tercera Guerra Mundial. En ese momento, según las pruebas hechas por científicos y militares expertos en explosivos, se desencadenará una serie de lanzamientos de bombas atómicas de un lugar a otro de Europa, Norteamérica y Asia, que en cuestión de pocas horas dejará no menos de 200 millones de muertos y un elevado número de heridos.

Como siempre, la primera víctima de estos conflictos es la población civil. Esto lo saben muy bien los habitantes de Siria, en el Oriente Medio, porque desde hace varios años son objeto de ataques por parte de los militares leales al Presidente Bashar al-Assad. En 2013, por ejemplo, soldados del gobierno lanzaron bombas con gas sarín sobre pobladores de Damasco que se oponían al dictador y causaron la muerte de 650 civiles. Las víctimas, como se observa en la fotografía de la Agencia de Noticias AFP, iban siendo colocadas en diferentes lugares de la ciudad para proceder a contarlas.

Para entender por qué está en serio peligro la paz mundial en estos momentos, es necesario tener en cuenta lo siguiente:

Medio año de destrucción de ciudades en Ucrania

Después de medio año de bombardear de día y de noche a varias ciudades de Ucrania sin lograr que ese país se rinda, (como se aprecia en las fotos de CNN y RCN), las tropas del Presidente de Rusia, Vladimir Putin, han sufrido la baja de 88.000 combatientes, como lo revelaron la CIA, el Pentágono, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y el experto Lajos Szaszdi. (Entre las bajas rusas, además de los 13.000 mercenarios del Grupo Wagner, han muerto 75.000 soldados, 15 Generales, 10 Coroneles y otros 70 Altos Oficiales). Los rusos, además, han perdido más de 4.000 tanques de guerra, 3.000 equipos automotrices y camiones cisterna para el abastecimiento de gasolina, 750 drones tácticos, 300 aviones de combate, entre ellos un bombardero Antonov AN 26 y decenas de helicópteros; 200 sistemas de lanzacohetes múltiples y 120 sistemas de defensa aérea, según las cifras entregadas el 27 de Julio por la CIA de Estados Unidos y el MI6 de Inglaterra a la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Las derrotas militares de Rusia han sido provocadas por el envío de armas modernas a Ucrania, por parte de Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Francia y la OTAN, así como por el entrenamiento de soldados ucranianos por expertos militares británicos desde Abril.

Completamente despedazados han quedado más de 4.000 tanques de las tropas rusas en caminos y bosques de Ucrania. (Fotos: Diario EL PAIS, de España y “Armapedia”).

En respuesta a los informes de las Agencias de Inteligencia, el Ministerio de Defensa de Rusia reveló el 12 de Agosto que sus tropas le han ocasionado a las Fuerzas Armadas de Ucrania, las siguientes pérdidas: 267 aviones, derribados; 146 helicópteros, destruidos; 1.727 unidades aéreas sin tripulación (drones), derribadas; 365 sistemas de defensa, anulados; 4.287 tanques y otros vehículos blindados de combate, destruidos; además de 797 vehículos de combate MLRS, 3.290 piezas de artillería de campaña y morteros y 4.820 unidades de vehículos militares especiales.

La cifra de 26.600 combatientes ucranianos que habían perecido hasta el mes de Julio –mencionada en el artículo anterior de esta página Web, titulado “La Tercera Guerra Mundial ya comenzó y deja 260.000 víctimas”–, aumentó hasta más de 40.000 muertos al iniciarse el séptimo mes de la guerra. Este notorio incremento en pérdidas humanas lo reconoció el Presidente Volodymyr Zelensky al revelarle a los periodistas en Kiev, que se están registrando 200 muertes de hombres y mujeres diariamente, mientras los heridos diarios oscilan entre 400 y 500. El 25 de Agosto el reportero Sam Kiley, de CNN, le preguntó al Ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, si los datos de Zelensky eran ciertos y el funcionario respondió: “Realmente hubo muchos muertos y heridos”, confirmando así las observaciones del Presidente ucraniano.

Al hacerse públicas las estadísticas de pérdidas militares de Rusia y Ucrania, delegados de Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Japón se reunieron en Copenhague (Dinamarca) con miembros de la Unión Europea y después de escuchar a Volodymyr Zelensky por videoconferencia, acordaron apoyar a Ucrania con 1.500 millones de euros en armas y entrenamiento a militares. El anuncio fue hecho por el Ministro de Defensa danés, Morten Bodskov, con estas palabras: “Hoy, 26 países y la Unión Europea se han reunido aquí, en Copenhague, y han enviado una señal clara: La lucha de Ucrania es nuestra lucha. Estamos juntos y estamos con Ucrania. Condenamos el brutal ataque de Rusia de la manera más enérgica posible y seguiremos apoyando a Ucrania militarmente”.

Por su parte, el Primer Ministro de Inglaterra, Boris Johnson, visitó Kiev el 24 de Agosto para compartir con Volodymyr Zelensky la celebración de los 31 años del “Día de la Independencia de Ucrania de la Unión Soviética”, y en ese acto –cubierto por el diario “El País” de España–, al referirse al medio año de la guerra de Vladimir Putin contra el pueblo ucraniano, Johnson pronunció unas palabras que recogen la preocupación de varios países que comparten fronteras con Rusia y se convierten en una advertencia para el mundo contemporáneo: “Si Putin triunfa… ¡ ningún país del perímetro de Rusia estará a salvo !. Y si Putin triunfa… ¡ sería una luz verde para todos los autócratas del mundo… Una señal de que las fronteras pueden cambiarse por la fuerza !”.

Pero mientras se hace esta advertencia, paradójicamente Europa contribuye a financiar la guerra contra Ucrania porque le paga a Moscú 14.000 millones de euros mensuales por el suministro de petróleo, gas y carbón, lo mismo que hacen China, India, Corea del Norte, Brasil y Sudáfrica, que aumentaron sus compras a Rusia para ayudarla a superar las sanciones de Estados Unidos y Europa. Por estos factores la petrolera rusa “Gazprom” terminará 2022 con un superávit de 250.000 millones de dólares, las ganancias más altas de su historia. El Banco Central ruso, a su turno, recuperó la totalidad de las reservas que fueron congeladas por Estados Unidos después de la invasión a Ucrania y ahora ascienden nuevamente a 658.000 millones de dólares. Mientras tanto, el rublo se valorizó un 40% desde el 24 de Febrero, según la explicación de José Antonio Vizner en el Canal 26 de Argentina. Por estos resultados financieros, el 26 de Agosto el experto Jesús López Almejo afirmó: “Las sanciones a Rusia fortalecen a Putin y debilitan a Europa”, tesis que comparten Víctor Alvargonzález, de “Nextep Finance”, el Presidente del Parlamento de Hungría y varios analistas internacionales.

Aprovechando esta situación, Rusia ha continuado sin dificultades financieras su guerra contra Ucrania y para ello celebró los primeros seis meses del conflicto bombardeando casas y vagones de una estación de tren en la ciudad de Chaplyne (Dnipropetrovsk). Los misiles lanzados contra la población causaron la muerte a 25 personas y dejaron heridas a otras 50. Dos niños, de once y siete años, quienes se hallaban en humildes viviendas contiguas a la vía férrea, murieron en los bombardeos. Las denuncias las hizo el Presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, al hablar por videoconferencia ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en Nueva York.

La mentira con la cual se quiso tapar una masacre

Ucrania acusó a las tropas de Vladimir Putin de haber bombardeado intencionalmente un tren de pasajeros y varias viviendas de campesinos en la pequeña ciudad de Chaplyne (Dnipropetrovsk), en el centro del país, como represalia por las celebraciones del Día de la Independencia, mientras los rusos insisten en que se trataba de un convoy militar que se dirigía a zonas de combate y afirman que dieron de baja a más de 200 soldados. Los periodistas que cubrieron el hecho no encontraron rastros de tropas ucranianas en el área bombardeada, ni en el interior de los 4 vagones más afectados por el fuego, como lo demostraron las fotos de los reporteros gráficos. Mientras las tropas rusas anunciaban que “más de 200 militares ucranianos fueron destruidos”, el Alcalde de Chaplyne, Mykola Karnaukh, le confirmó a Jan-Philipp Scholz, de la DW, que los bombardeos causaron 25 muertos y 50 heridos, todos ellos civiles indefensos. El equipo de la DW, de la misma forma como lo hicieron Agencias de Noticias de diferentes países, visitó la zona y fotografió los cráteres de las viviendas campesinas que quedaron destruidas. (Foto de la AFP).

Con relación a los bombardeos rusos al tren y al pueblo de Chaplyne (Dnipropetrovsk), es importante señalar que quienes hemos sido Reporteros de Guerra en nuestra juventud, sabemos que en un escenario como el descrito por Igor Konashenkov, el portavoz de las Fuerzas Militares Rusas –de 200 soldados muertos dentro de vagones de tren–, no es posible borrar en cuestión de minutos las evidencias correspondientes a un grupo tan numeroso de cuerpos, como tampoco se pueden ocultar de la vista de los periodistas, durante horas o días, los 200 fusiles, 400 botas, centenares de granadas, 200 chalecos blindados, cartucheras, maletines de combatientes con alimentos, documentos de identificación y otra clase de pertrechos militares que llevarían más de 200 soldados ucranianos, como lo aseguró Konashenkov.

Los videos de las Agencias de Noticias fueron captados pocos minutos después de los bombardeos en el lugar de la tragedia y en ellos solo se ven los vagones destruidos, los cráteres de las casas y el cuerpo de uno de los niños asesinados, justo en el momento en el cual el padre, llorando, lo cubre con una cobija. Debido a que en el material periodístico no hay ningún indicio de soldados muertos, como tampoco de materiales de guerra, quedó demostrado que a Konashenkov lo pusieron a tapar con una mentira, desde Moscú, una situación que fue evidente: una masacre que concluyó con 25 civiles muertos y 50 heridos. La mayoría de las víctimas fueron rescatadas entre los escombros de viviendas humildes sobre las cuales cayeron los misiles. Entre los muertos figuran Matviy, un niño de 7 años que iba a entrar a la escuela cuatro días después y otro de 11 años que, para protegerse de los bombardeos, se había refugiado en una habitación construida con tablas y latas, contigua a la vía férrea. Tres días después de la tragedia las Fuerzas Armadas de Rusia admitieron su responsabilidad en la masacre, pero la atribuyeron a “hechos colaterales” propios de lo que ellos llaman “Operación Militar Especial”, o sea, de la guerra.

Los cadáveres de 75.000 jóvenes soldados rusos que han muerto durante medio año en los combates en Ucrania, se transportan en trenes improvisados como frigoríficos, para preservarlos hasta cuando alguien los reclame. En las gráficas, personal sanitario de Ucrania con cuerpos colocados en vagones de tren el 16 de Mayo de 2022. (Fotos de la Agencia de Noticias EFE).

Rusia reemplaza soldados por presos y mercenarios

Para compensar la pérdida de 120 mil combatientes durante medio año de guerra en Ucrania, (88.000 muertos y 32.000 heridos), además de la creciente deserción que se registra dentro de las tropas rusas porque los soldados no quieren contribuir a una mayor destrucción de la infraestructura de las ciudades de ese país, Vladimir Putin ordenó el 4 de Agosto pagar cinco mil dólares a cada mercenario extranjero que acepte ir a luchar en ese país a favor de Rusia y, al mismo tiempo, sacó de las cárceles a 3.000 asesinos y traficantes de drogas condenados a varios años de prisión, prometiéndoles que a cambio de ir a Ucrania a combatir bajo las órdenes de Generales rusos, se les dará el beneficio de quedar en libertad cuando completen 6 meses de ataques a fuerzas ucranianas y, además, sus familias recibirán 200.000 rublos si mueren en la “Operación Militar Especial”, pago que nadie cree que se haga efectivo porque no hay nada escrito.

Adicionalmente, en un esfuerzo para compensarle a Rusia la pérdida de los miles de jóvenes soldados que no pasaban de los 22 años de edad cuando murieron en combates, Vladimir Putin anunció que le concedería bonos en dinero y Medallas de Honor, a aquellas mujeres rusas que dieran a luz hasta 10 hijos cada una durante los próximos años. Y para confirmar que la guerra en Ucrania continuará durante el próximo año, el 25 de Agosto anunció el envío de 137.000 soldados adicionales a ese país, manifestando que quienes van lo hacen voluntariamente. Putin, además, firmó un Decreto que entra en vigencia el primero de Enero de 2023, para aumentar la dotación a 2´039.758 miembros de las Fuerzas Armadas rusas, de las cuales 1´150.628 serán combatientes. La medida quedó contemplada en el punto número uno del comunicado expedido por el Ministerio de Defensa.

Así permanecen, en las carreteras de Ucrania, miles de camiones de Rusia que durante medio año transportaron gasolina para los tanques de guerra. Debido a que cada blindado consume diariamente 920 litros de combustible, al agotarlo cada tanque quedaba varado en cualquier parte y allí llegaban los ucranianos con misiles “Javalin”, de Estados Unidos, para destruirlos. Lo mismo ocurrió con los aviones que transportaban alimentos para las tropas rusas cuando fueron derribados durante los combates. Al no contar con 300 toneladas diarias de comida y municiones para distribuirlas entre 150.000 soldados repartidos en miles de frentes de combate, numerosos de ellos se vieron obligados a robar pan, carnes y toda clase de productos del campo a los habitantes de las ciudades adonde llegaban como invasores. Algunos, inclusive, confirmaron que mataron perros para alimentarse. Para superar esta crisis de logística militar, Rusia cambió los ataques terrestres por bombardeos indiscriminados, especialmente contra casas y edificios de apartamentos de civiles que no pueden prevenir dónde caerán los misiles lanzados desde el espacio. (Foto de “Asuntos Militares”).

Putin pone en alerta máxima 1.250 bombas atómicas

Ante la creciente pérdida de material de guerra en Ucrania, Vladimir Putin cambió de estrategia militar. En respuesta a las sanciones de Occidente y el suministro de armas a Ucrania, por parte de los líderes de la OTAN, ordenó al Ministro de Defensa, Sergei Shiogú y al Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Valeri Gerásimov, poner en estado de “alerta máxima” 1.250 bombas atómicas que Rusia mantiene listas para ser lanzadas desde silos en tierra, submarinos en el mar y aviones militares, contra Estados Unidos, sus aliados y los miembros de la OTAN en el momento que él sospeche que Rusia afronta una “amenaza existencial”. Otras 4.500 bombas permanecen almacenadas dentro del país.

Para confirmar lo anterior, el 18 de Agosto, Rusia envió aviones armados con Misiles Hipersónicos a la región de Kaliningrado (limítrofe con 2 países miembros de la OTAN, Polonia y Lituania). Al día siguiente fueron colocados también Misiles Hipersónicos en el Mar Báltico, frente a Finlandia, país cuya aceptación como miembro de la OTAN está próxima a ser una realidad. En ambos casos la Unión Europea protestó por el riesgo que esas actividades militares significan para la paz del continente. En respuesta, Vladimir Putin reiteró su propósito de ubicar misiles similares dentro de los territorios que han sido ocupados por Rusia para apoyar a “grupos separatistas” como los de Crimea, Donetsk, Luhansk, Mariúpol, Transnistria en la República de Moldavia y, por último, en Zaporiyia una vez se haga efectivo el Referendo convocado mediante Decreto por el Gobernador de esa Provincia. Las intenciones de Putin, confirmadas por él mismo en diferentes oportunidades, son las de lanzar esos misiles contra quienes intenten recuperar los territorios anexados. Además, si Putin lo considera indispensable, los misiles podrían ser armados con ojivas nucleares, es decir, con bombas atómicas.

La tensión mundial por la forma como se desarrollan los actuales conflictos bélicos en Europa y Asia aumentó el 24 de Agosto, cuando Irán se involucró en la guerra de Rusia en Ucrania, mediante el ensayo exitoso de 150 nuevos drones de combate y reconocimiento. Los aviones no tripulados serán entregados a Vladimir Putin para que mediante tecnología sofisticada mejore los resultados de la guerra electrónica que sostiene contra las tropas ucranianas, mientras las fábricas del país de los ayatolas construirán muchos más drones con destino a la defensa aérea de Irán. Rusia y China manifestaron su satisfacción con este avance tecnológico iraní, porque esa clase de drones serán utilizados en el futuro contra Estados Unidos y sus aliados.

La 3ª. Guerra Mundial dejaría 200 millones
de muertos en el primer día

El Programa de Ciencia y Seguridad Global de la Universidad de Princeton, en New Jersey, hizo en 2019 un análisis de cómo sería una confrontación nuclear entre Estados Unidos y Rusia, al comenzar la Tercera Guerra Mundial. El tema cobra actualidad hoy, porque en el mundo crece el temor de que en cualquier momento ocurra una guerra atómica debido a las crisis de Ucrania en Europa y de Taiwán en Asia. El modelo, actualizado el 30 de Octubre de 2020, hace las siguientes simulaciones:

1. Para que la Organización del Tratado del Atlántico Norte no siga aumentando su presencia en las fronteras con Rusia, Vladimir Putin ataca con 2 misiles nucleares las Bases de ese organismo en Europa. La OTAN considera la situación como una declaración de guerra y responde atacando con 4 misiles la ciudad rusa de Kaliningrado, ubicada entre Polonia y Lituania, que queda destruida totalmente en 20 minutos;
2. Furioso por la destrucción de Kaliningrado, Putin da la orden de atacar al Viejo Continente con 300 misiles nucleares. Desde el espacio los satélites detectan un lanzamiento masivo de bombas atómicas contra las 27 naciones que integran la Unión Europea y la OTAN responde lanzando 180 misiles nucleares contra Rusia. Treinta minutos después 230 misiles rusos impactan varias ciudades de Europa, mientras otros 140 caen sobre ciudades rusas. Tres horas más tarde Europa ha quedado totalmente destruida. Este primer choque con bombas atómicas causaría 2´600.000 muertos en 45 minutos;
3. Ante la destrucción de Europa, Estados Unidos ataca a Rusia con 600 misiles nucleares que son lanzados desde territorio norteamericano, submarinos y barcos que apuntan hacia ese país. El ataque busca acabar con la capacidad nuclear de Rusia para proteger al resto de la Humanidad. Pero antes de que los misiles de Estados Unidos caigan sobre Rusia, Vladimir Putin da la orden de disparar varios cientos de misiles nucleares desde instalaciones subterráneas, camiones y submarinos hacia las ciudades de Norteamérica. Como resultado de esta segunda confrontación, en 45 minutos morirían 3´400.000 personas;
4. Para evitar que el enemigo se recupere de los ataques iniciales, Rusia y Estados Unidos atacan las principales ciudades de su oponente. En cada bombardeo se utilizan entre 5 y 10 misiles con ojivas nucleares, dependiendo de la importancia económica y estratégica de las áreas escogidas. En esta tercera fase de la simulación, denominada “Aniquilación Total”, que se registra visualmente en la imagen que acompaña esta nota, la devastación atómica sufrida por Europa y América del Norte, le causaría la muerte a 85´300.000 seres humanos en 45 minutos. Sin embargo, las pérdidas serían mucho más elevadas a largo plazo debido a los efectos de la radioactividad, como ocurrió en Hiroshima y Nagasaki en la Segunda Guerra Mundial, donde a los 200.000 muertos del 6 y 9 de Agosto de 1945, le siguieron otros 2 millones de fallecimientos durante varias décadas del Siglo XX.

De una guerra atómica como la planteada, quien saldría más beneficiada sería la República Popular China, porque mientras no se sintiera atacada directamente con misiles nucleares, simplemente se limitaría a dejar que las dos potencias rivales, Estados Unidos y Rusia, se destruyeran mutuamente. Tampoco permitiría que el Líder Supremo de Corea del Norte se involucrara en la Tercera Guerra Mundial atacando a Corea del Sur, o a Japón, para sobrevivir ambos al que se denominaría “El infierno sobre la tierra”. Por esta actitud milenaria de paciencia absoluta y dominio final, cuando concluyeran los ataques nucleares el país gobernado por el Partido Comunista Chino (PCC) y liderado actualmente por el Presidente Xi Jinping, emergería como la única potencia dominante de un mundo sin democracias ni libertades personales, acompañado por el dictador norcoreano Kim Jong-un, quien mantiene lealtad absoluta a China, sellada con sangre, como él mismo lo ha dicho.

E.U. está al borde de una guerra nuclear con
Rusia y China, advierte Henry Kissinger

Las simulaciones de la Universidad de Princeton indican que en 5 horas y media los ataques con misiles nucleares dejarían 91 millones 300 mil muertos en total. Hoy la situación es totalmente diferente. Primero, porque la guerra en Ucrania se prolongará hasta 2023 en medio de las continuas amenazas de Vladimir Putin de lanzar misiles nucleares contra ese país hasta derrotarlo… o desaparecerlo. Y segundo, porque China reitera su intención de recuperar Taiwán por la fuerza de su poder armamentístico. En esas condiciones los expertos en temas militares no descartan que, por un error de cálculo en Rusia, China, India, Corea del Norte, Francia, Inglaterra y Pakistán, o por una falla accidental en Estados Unidos o Israel, se pueda producir un ataque con bombas atómicas en algún lugar del mundo.

En ese momento, de las 91´300.000 víctimas que dejan las simulaciones mencionadas, se pasaría fácilmente al doble por la respuesta de Estados Unidos, hasta producirse 200 millones de muertos en el primer día de los combates nucleares. La posibilidad de que la catástrofe nuclear sea una realidad hoy, la anunció el 2 de Marzo de 2022 el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, cuando al advertir que si Estados Unidos, o la OTAN, se atrevieran a intervenir militarmente en Ucrania para detener la Operación Militar Especial declarada por el Presidente Vladimir Putin, Rusia declararía la Tercera Guerra Mundial, “que sería nuclear y destructiva”. Lavrov le reiteró esa advertencia al mundo el 26 de Abril en Moscú, cuando dijo: “El peligro de guerra nuclear es grave y real”.

Un día después de que el Canciller de Rusia reiterara la intención de ese país de declarar una guerra nuclear, y mientras Canadá anunciaba oficialmente que “lo que está cometiendo Rusia en Ucrania es un genocidio”, las palabras de Lavrov fueron rechazadas por líderes de 40 países, quienes se reunieron en Londres para analizar las consecuencias de explosiones en un depósito de municiones ubicado en la frontera de Rusia con Ucrania, y otra explosión en Moldavia. Al terminar la sesión internacional, el Ministro de Defensa de Inglaterra, Ben Wallace –al hablar en nombre de las 40 naciones participantes–, advirtió que la peligrosidad del nuevo Misil “Sarmat”, ensayado por Rusia con éxito el 20 de Abril, aumenta los riesgos de que una Guerra Nuclear ocurra en cualquier momento y por ello se necesita que todos en Europa se preparen desde ahora para enfrentarse a esa nueva realidad.

La tensión internacional aumentó el 21 de Julio, cuando el Presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, se mostró alarmado por la forma como la crisis de Ucrania avanza hacia una confrontación de carácter atómico. Por último el ex Secretario de Estado de los Estados Unidos, Henry Kissinger, confirmó las anteriores advertencias manifestándole al diario “The Wall Street Journal”, que “los Estados Unidos están al borde de una guerra nuclear con Rusia y China”, por la forma como el Congreso y el Gobierno están actuando en sus relaciones con Taiwán.

Kissinger emitió esta opinión el 16 de Agosto, porque dos visitas de congresistas norteamericanos a Taipei, la capital de Taiwán, fueron consideradas por Beijing como una violación de su política de “una única China” y esto le facilitó al Partido Comunista Chino y a Xi Jinping una excusa perfecta para iniciar ensayos militares dirigidos a anexar la isla antes de 2049, cuando la República Popular China cumple 100 años de existencia. Estados Unidos respeta las decisiones de China sobre Taiwán, pero la invasión de Rusia a Ucrania y el apoyo total de Xi Jinping a Vladimir Putin durante medio año para que continúe apoderándose violentamente de ese país, causó preocupación en la Administración del Presidente Joe Biden y el Partido Demócrata, en el Congreso, por lo cual decidieron apoyar a Taiwán en estos momentos de crisis, para evitar que China decida seguir el ejemplo de Putin en Ucrania.

Una semana después de la declaración de Kissinger, el Departamento de Estado de los Estados Unidos recomendó a los ciudadanos norteamericanos residentes en Ucrania, abandonar inmediatamente el territorio ucraniano, ante evidencias según las cuales Vladimir Putin se proponía aumentar los ataques aéreos por haber celebrado el 24 de Agosto la independencia de ese país de la Unión Soviética en 1991 y continuar rechazando su reintegro a la actual Madre Patria Rusa. Efectivamente, los bombardeos se han venido realizando con mayor intensidad a partir de esa fecha y uno de ellos fue el que dejó 25 muertos y 50 heridos en la población de Chaplyne, como quedó explicado en esta nota.

(Fuentes: Instituto para el Estudio de la Guerra, Informe Militar, Diarios EL TIEMPO y EL ESPECTADOR, de Colombia; Diario EL PAIS, de España; Instituto Real Elcano, de Madrid; The Economist, AFP, EFE, DW, CNN, El Orden Mundial.com, Canal 26 de Argentina, (EOM), Expansión, Wikipedia, France24.com, RTVE, LN, Armapedia, Gestión, A24, WION, Diario Económico LA REPÚBLICA, RCN, Caracol, Red Mas, BBC de Londres, La Vanguardia, MilitarMente, Visual Politik y Euronews).

Próxima entrega:
Misiles nucleares de Rusia en sus
Bases Militares en América Latina

Habría Bases en Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Chile, El Salvador, Haití, México, Nicaragua, Paraguay y Venezuela