Arturo Sierra, quien aparece en esta fotografía con su hija Cecilia, de 18 años, fue uno de los músicos antioqueños más populares en la Bogotá de comienzos del Siglo XX. Su sonoro timbre de voz y su dominio de la guitarra cautivaron durante varios años a las gentes que escuchaban sus interpretaciones de música colombiana y lo acompañaban en sus canciones con los ojos cerrados, deleitándose con el romanticismo que fluía de sus labios. En algunas ocasiones acompañó al Trío de los Hermanos Fonseca en sus actuaciones públicas. En los años 30, además,  los cantantes de bambucos, guabinas, tangos y otras melodías románticas unían sus voces en reuniones públicas y privadas. Emiliano Andrade Oviedo, quien atendía a los huéspedes del Hotel Continental en su “Lavandería Standard”, de la calle 14 con carrera 4a., en Bogotá, tenía el privilegio de recibir cada Sábado en su negocio a figuras de la talla de Eduardo Collazos, Arturo Sierra e Isaías Zapata, quienes agradecidos por el buen servicio que les prestaba en su negocio, disfrutaban horas enteras interpretando algunas de sus mejores canciones. (Espera este libro muy pronto)  Otras Publicaciones